Con el fin de aportar herramientas que fortalezcan la implementación de políticas públicas y de estrategias privadas en materia de competitividad en los territorios, el Consejo Privado de Competitividad (CPC) y el Centro de Pensamiento en Estrategias Competitivas (CEPEC) de la Universidad del Rosario, construyeron el Índice de Competitividad de Ciudades (ICC). Este, además de servir de complemento al Índice Departamental de Competitividad (IDC), provee información confiable y permanente sobre el desempeño de las ciudades en materia de competitividad. El ICC identifica y evidencia las brechas existentes entre las distintas ciudades –incluyendo mediciones para algunas de sus áreas metropolitanas–, de manera que sirvan como insumo para trabajar en pro de su competitividad.

El ICC siguió la metodología del Índice Global de Competitividad del Foro Económico Mundial, la cual estructura el índice bajo tres grandes factores: i) condiciones básicas, ii) potenciadores de eficiencia, y iii) sofisticación e innovación, y parte de la identificación y el cálculo de 89 variables duras, evalúa la competitividad de 23 de las principales ciudades y áreas metropolitanas del país, clasificadas en tres etapas, de acuerdo con su nivel de desarrollo. Bucaramanga se encuentra en la etapa 3, grupo donde se ubican las ciudades con desarrollo económico alto.

En esta primera versión del indicador nacional, publicado en 2018, Bucaramanga ocupó la cuarta posición, después de Bogotá, Medellín y Manizales.

La ciudad se destaca en las primeras posiciones de los pilares de Innovación y Dinámica Empresarial (3), Eficiencia de los Mercados (3), Educación Básica y Media y Educación Superior (4). Sin embargo, el ICC 2018 refleja debilidades en Instituciones (15) y Salud (16).